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Viviendas

¿Otra vez las microbrigadas? Su triste historia en Cuba

'La maquinaria del poder sabía que los microbrigadistas eran rehenes de sus necesidades, y por eso no les quedaba más remedio que ir a donde los mandaran.'

La Habana
Microbrigadistas en construcción de un edificio.
Microbrigadistas en construcción de un edificio. ACN

En una reciente reunión del primer ministro Manuel Marrero con los gobernadores provinciales y el intendente de la Isla de la Juventud se trató, entre otros temas, acerca de cómo marcha el plan de construcción de viviendas en el país.

Se informó en esa reunión que todas las provincias incumplen sus planes al cierre del primer trimestre del actual 2024, y como una de las recomendaciones para revertir esa caótica situación se habló de la "instrumentación de las microbrigadas sociales y estatales como principal fuerza constructora de viviendas". 

Las microbrigadas surgieron en la segunda mitad de los años 80, al menos en su más reciente versión. Se formaban a nivel de centro de trabajo u organismo de la Administración Central del Estado, con aquellos trabajadores que necesitaban una vivienda. Sus integrantes abandonaban sus ocupaciones habituales y se transformaban en meros constructores. Cierto que muchos trabajadores consiguieron de esa manera sus viviendas, pero al precio de la desprofesionalización de no pocos ingenieros y licenciados, quienes perdían sus habilidades técnicas y científicas al permanecer tanto tiempo (a veces hasta diez o 15 años) acompañados solo por los picos, las palas y las carretillas para cargar tierra, cemento, arena y piedra.

Cuando llegó el "Periodo Especial" en los años 90, buena parte de las viviendas que se hallaban en construcción fueron paralizadas debido a la carencia de los materiales de la construcción, el combustible y otros insumos. Fue el momento aprovechado por el castrismo para hacer que esos microbrigadistas marcharan a construir otras obras priorizadas por el Gobierno, como los túneles populares para la denominada "Guerra de todo el Pueblo", para las que, al parecer, sí había recursos materiales.

La maquinaria del poder sabía que los microbrigadistas eran rehenes de sus necesidades, y por eso no les quedaba más remedio que ir a donde los mandaran.  

Para aquellos microbrigadistas que, tras la azarosa etapa constructiva, tenían la suerte de ver sus apartamentos o edificios terminados, sobrevendría al final el tormentoso momento en que eran adjudicadas las viviendas. En primer término, debían contemplar cómo entre el 10% o el 15% de las viviendas terminadas no eran para ellos, sino que se destinaban a dirigentes y funcionarios que "por lo importante de sus trabajos" no habían podido estar a pie de obra.

A continuación venía el plato fuerte de toda microbrigada: la asamblea donde eran asignadas las viviendas. Asambleas a las que asistían los microbrigadistas, sus familias, más dirigentes sindicales, administrativos y del partido único.

Comoquiera que casi siempre había más microbrigadistas que viviendas a ofertar, y que la adjudicación era por votación a mano alzada, se podrá imaginar el lector lo que se formaba en esas asambleas.

Allí salían a relucir los trapos sucios, las ofensas, las malas palabras, la chivatería, y todo lo que sirviera para denigrar la imagen de un posible rival. Muchas amistades de años se rompían en esas asambleas, donde por supuesto no faltaba el pugilato de cada cual por exhibir una mejor hoja de servicios al régimen.

En otras ocasiones, cuando las obras tenían que interrumpirse definitivamente debido a complejidades constructivas que no podían resolverse, se les ofrecía otro terreno a los microbrigadistas para que construyeran casas de bajo costo.

Como su nombre lo indica, estas viviendas se construían con materiales de baja calidad, menos cemento que lo indicado, con pocas puertas y ventanas (por ejemplo, solo dos puertas, la de la calle y la del baño), y con deficientes instalaciones hidráulicas y sanitarias. Como es lógico imaginar, al poco tiempo de construidas, muchas de estas viviendas presentaban filtraciones y otros problemas que complicaban la vida de sus moradores.

Una cantidad nada despreciable de microbrigadistas, decepcionados por la larga espera, se iban de las microbrigadas y se reincorporaban a sus centros de trabajo sin haber conquistado la vivienda añorada. A esos frustrados microbrigadistas, es difícil que un nuevo llamado de la jerarquía castrista a integrar las microbrigadas les resulte atractivo.

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6 comentarios

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Conozco unas de bajo costo que fue tan bajo que antes del año, se cayeron.

¡Me encanta el simio del centro de la foto de portada!

Otra forma de esclavitud del régimen cubano. Las microbrigadas aprovecharon la necesidad de viviendas de los cubanos para explotarlos al máximo. Las jornadas de trabajo eran de 10 horas diarias de lunes a sábado y muchos domingos “voluntarios “, que eran imprescindibles si querías acumular méritos para obtener el dichoso apartamento. Aunque la duración estimada para la construcción era de dos años, esto nunca se cumplía, por la falta de materiales y por sacar gran parte del personal para “obras sociales “, lo que extendían el tiempo normalmente a 4 o 5 años y en muchos casos no te daban el apartamento en el primer edificio, teniendo que esperar a la terminación de otro, o sea 4 o 5 años más con el régimen de trabajo esclavo antes mencionado. Cabe señalar que los apartamentos no eran propiedad del inquilino, esto creo que cambió con la nueva ley de la vivienda, donde aplicaron los pagos de alquiler a la compra. Conocí muchos profesionales que perdieron más de 8 años de ejercer su profes

Profile picture for user Pedro Benitez

¿ microbrigadistas sin ideología? No hay manera que pegue semejante iniciativa. ¿Volverán con la receta del Caracol 🐌 Gigante Africano? Están presionando todas las teclas viejas del sistema, a ver si reviven al moribundo.

ESTO ES LA CUBADE HOY:
Heladerías sin helado
Restaurantes sin comida
Farmacias sin medicinas
Carnicerías sin carne
Colmados sin comida
Hoteles sin huéspedes
Librerías sin libros
Bares sin cerveza
Zapaterías sin zapatos
Tiendas sin ropas
Muchos piensan que Cuba está como iglesia abandonada, o sea, sin cura😀😃😄, pero todo se juntará para que Cuba vuelva a ser lo que era. Pronto vendrá: el apagón nacional, la muerte de Raúl, Trump como presidente de EEUU, la rivalidad dentro de la cúpula. La coyuntura ideal se está formando. Después, a comer abundante y sabroso🍎🍏🍐🍌🍍🍔🌮🍦🍽🍶, a vestirse elegante🥼🦺👔👕👒🎩🥼 a gozar la vida🕺💃💃👯‍♂️🤺🏌‍♀️🏄‍♂️con gran variedad de transportes🛻🚚🛺✈️🛫🚔, abundantes empleos🪓🛡🪚🔧🧹🪠🛒🚿🪠en una patria libre 🇨🇺🇨🇺🇨🇺. Policías y militares, podéis ser parte de la Cuba que se avecina; no usen sus armas contra el pueblo.
PATRIA Y VIDA.

Desengáñese... Trump no va a solucionar nada en Cuba. No lo solucionó en su momento y no lo solucionará en el futuro.
Por resumirlo de forma suave, Trump no es más que un Castro capitalista.